Cuando las células muertas se empiezan a acumular en la superficie de la piel hacen que esta se vea opaca, áspera, rugosa, seca y sin vida.
En pieles grasas, estas células de la superficie que se van apilando sin caerse, taponan los poros y favorecen la aparición de espinillas y barros.
La exfoliación consiste en remover esa capa de células muertas que se va acumulando en la superficie de la piel.
Existen dos métodos:
- Exfoliantes físicos: hacen un efecto mecánico mediante gránulos o cepillos y se pule la superficie de la piel, dejándola más suave y lisa.
- Exfoliantes químicos: son sustancias que disuelven el “pegamento” que une las células entre sí, haciendo que elimine esa capa de células muertas de la superficie de la piel, dejándola más luminosa, suave, clara, pareja, disminuyendo las imperfecciones y lesiones de acné y permitiendo que penetren en la piel los ingredientes activos.
Son estos exfoliantes químicos los que le dan ese aspecto luminoso, claro y con vida a la piel.
Ninguna rutina de cuidado de la piel está completa sin una adecuada exfoliación química, de acuerdo al tipo de piel. Por eso esta guía es tan importante. Léela cuidadosamente para que aprendas para que sirve cada uno de los ingredientes de los productos para el cuidado de la piel y puedas escoger el más apropiado para ti.